sábado, 21 de julio de 2007

Tu foto

Cómo se vería en la mañana de bonito una luna llena, como se vería en la noche un sol, pero hay que ser imbecil para penzar eso, puesto que si esta el sol ya no sería de noche.


Disculpen, estoy ebrio y me cuesta pensar, además que a cada rato se me cruza por la mente el rostros de indeseados, y peor aun, alguien que deseo mas que la vida. ¿Que es mas abrumador: las adrenalínicas-rabiosas-agresivas ganas de golpear o la picazón de labios y el dolor de pecho cuando se quiere besar?

Doy mi boto a la segunda opción, golpear esta mal, pero si lo haces logras que el termómetro se nivele, y si besas, en cambio, no puedes parar asta el amanecer, o como preferiría yo, hasta una alineación de planetas.

Por lo general mis preferencias van por ese lado, algo más excesivo, más infinito.

¿Te molesta si te llamo a media noche? a veces necesito hacerlo, a veces marco tu numero y al llegar al ultimo dígito cuelgo, a veces también salgo a caminar y llego hasta tu portón (llueve o truene, una vez incluso con nieve) pero solo miro tu casa, y me refugio en una esquina cercana asta verte aparecer en el camino. Cerca.

Me gusta ese camino, es hermoso lo florido de la vereda, aun así a veces me hastío del olor a flores, o me pongo a estornudar.

Ayer bese a una mujer pensando en ti, pero me sentí pobre, algo sucio también, no se a quien insultaba mas: si a ti por pensar en reemplazarte, o a ella por usarla para tu remplazo.

De verdad da lo mismo a ti no te interesa y yo la verdad es que estoy conforme con ver tu foto en mi billetera.

viernes, 20 de julio de 2007

Shalamankatun

1
Roja es aquí la tierra
y verde está en el cielo la morada
de los que pelearon y murieron.
Shalamankatun,
la escuela de la maldad vino de afuera:
vino de Espáña
con su espada y su cruz de hierro,
vino de Alemania y despues de los propios chilenos:
"Esta guerra no nos costara
sino mucho mosto y mucha música"
(Cornelio Saavedra, en carta al presidente Pérez)
Shalamankatun,
verde esta aquí la tierra
y el cielo esta rojo como un infierno
2
"La tierra nos pertenece.
Cuando llegamos, sólo estaba el mamut
hundiéndose de a poco en los pantanos.
El pejerrey estaba solo
memorizando la luz del ventisquero.
Sólo estaba el halcon
agitando hacia el sol sus alas.
La tierra es nuestra.
Para siempre la hemos heredado
y perverso es quien nos la quiere
quitar con papeles falsos,
con barriles de chicha de manzana
o con patadas, simplemente".
3
"¿Para qué quereis la tierra?
No sabeis que hacer con ella.
Sembrais, nada más, para llenar el buche.
No planificais vuestra economía.
No haceis marketing.
Os devorais el grano destinado a la semilla.
Con el maíz elaborais bebidas espirituosas.
¿Decís que vuestros ritos son sagrados?
¿Donde están las iglesias?
¿Qué dioses son los vuestros que no les alzais ni una sóla astilla?
Y lo peor de todo:
cada varón de vuestras tribus
coge cinco o seis mujeres para sí solo".
4
"Nuestro dios es un árbol
un matapiojo
o un trueno.
Si Dios no esta allí,
Dios no existe.
Dios presencia viva in situ a cada rato.
Y no en los templos,
únicamente los domingos.
La naturaleza es nuestro templo.
Ella nos da la lluvia
viento favorable
semen fresco.
Nos da la semilla y el éxito
en el mes de febrero.
Queremos comer, no queremos
hacer dinero".
5
"Vivireis en reducciones.
Cada lonko o jefe de familia
dispondrá de un cuadrado de tierra
el que le será permitido dividir
en nuevos cuadrados
para los hijos varones al casarse.
No crezcais, no os multipliqueis en demasía
porque, como vereis, los cuadrados
se irán tornando más estrechos cada día.
Esta es palabra del Gobierno.
Posdata: muchas gracias por vuestros gloriosos
guerreros de antaño".
6
Shalamankatun, todos los brujos
juegan a la ronda
en torno a la mesa de trabajo.
Y con el trabajo se despiertan los duendes
que traban con los brujos
un ferocísimo combate
hasta que al despuntar el alba
se desvanece el influjo demoníaco
y el señor cronista queda a solas
con sus convicciones a la rastra
de rodillas soportando en las espaldas
los azotes del bastón divino.
Pero en horas de la mañana
se arrojará al Chol-Chol de bruces
y el agua helada de las reservaciones vernáculas
curará por completo las heridas de la noche.
Shalamankatun,
verde está aquí la tierra
y azul se ve en el cielo la morada
de los que peleando fallecieron.
Clemente Riedemann